domingo, 23 de mayo de 2010
Este cuento, el Bolso amarillo de Ligia Bojunga, cautivo mi corazón, lee y disfrútalo

Este libro está lleno de magia, su protagonista una niña que se debate entre el deseo de ser grande, varón y escritora, descubre todo un mundo de posibilidades al apropiarse de un bolso amarillo en el que encuentran lugar sus sueños y unos amigos muy especiales, con los que aprende a vivir, superar dificultades y por sobre todo a aceptarse.
Es un libro que da cosquillas en el alma, dibuja sonrisas en los rostros y nos hace pensar en una familia más justa en la que todos sus miembros son absolutamente igual de importantes.
Algunos datos sobre la escritora:
Lygia Bojunga Nunes es una autora brasileña de literatura infantil y juvenil.
A los 8 años se mudó a Río de Janeiro. A los 19 entró a formar parte de un grupo de teatro itinerante. La confrontación con el analfabetismo de las zonas rurales la movió a crear una escuela que dirigió durante cinco años. Tras varios años como redactora de radio y televisión dio el salto a la escritura en 1972.
Ha obtenido los premios internacionales más importantes del género, como el Hans Christian Andersen, en 1982, o el Astrid Lindgren, en 2004.
Les recomiendo leer este cuento, es entretenido y te explica por qué olvidas las cosas
Por un pelo / Carolina Rodríguez Tsouroukdissian: Javiera, la protagonista de esta historia, logra descubrir a dónde van las ideas que se le olvidan a la gente, pues para ayudar a un pájarito que no sabe salir de un basurero tiene que atrapar al responsable de haberle robado un pensamiento. Es así como conoce a Nu Petane, un personaje que le viene fastidiando el trabajo a la madre de todas las musas desde hace millones de años. Pero en esta historia Javiera vivirá más aventuras: compartirá con un lápiz rebelde, ayudará a Tic, Tac, Toc, tres manecillas de reloj hartas de dar vueltas, y se hará amiga de Pulga Jazz, un insecto atado a un pelo. También se fijará en Félix, un compañero de aula muy especial.
(.) "Si el papel cae en el piso, Javiera no lo recoge. Ella respeta la decisión de la servilleta que claramente no quiere estar en el basurero. Sin embargo, le parece un poco pretencioso de su parte. No entiende por qué algunos papelitos se creen más que los otros, que están en el pote de desperdicios. La respuesta es muy sencilla. Esas servilletas no son vanidosas, sólo se creen pájaros, por la afectuosa manera como Javiera las sostiene entre sus manos. De allí que eviten caer al basurero y vuelen más allá". Queda aquí un retazo de esta historia, por un pelo.
(.) "Si el papel cae en el piso, Javiera no lo recoge. Ella respeta la decisión de la servilleta que claramente no quiere estar en el basurero. Sin embargo, le parece un poco pretencioso de su parte. No entiende por qué algunos papelitos se creen más que los otros, que están en el pote de desperdicios. La respuesta es muy sencilla. Esas servilletas no son vanidosas, sólo se creen pájaros, por la afectuosa manera como Javiera las sostiene entre sus manos. De allí que eviten caer al basurero y vuelen más allá". Queda aquí un retazo de esta historia, por un pelo.
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